viernes, 14 de julio de 2017

El virus VIH probablemente no existe, y quizá ningún otro virus



Tengo la clara intuición, por lo que he estudiado al respecto, de que el virus VIH no existe, y quizá tampoco existe ningún otro virus.

Abordo este tema de modo exhaustivo en otro blog:

vih-probablemente-no-existe.blogspot.com



En resumen, ocurre que el supuesto virus VIH (y quizá todos los demás supuestos virus) no ha cumplido la definición de lo que sería un virus: una partícula muy pequeña capaz de reproducirse mediante procesos en las células.

Para demostrar la existencia de un virus conforme a su definición, puesto que no podemos coger una sola partícula (es demasiado pequeña), tendríamos que tener una muestra purificada de estas partículas e introducirlas en un cultivo sin infectar, para comprobar que se producen nuevas partículas. No obstante, me parece ciertamente difícil demostrar esa producción de nuevas partículas, distinguiéndolas de las iniciales.

Por tanto, la demostración de lo que se supone que es un virus podría ser imposible. Pero entonces la creencia en los virus no pasa de ser eso, una creencia, una religión, consistente en que unas partículas muy diminutas tienen un extraordinario poder, que en el caso del supuesto virus VIH llegan a matar a una persona, y además no pueden ser neutralizadas con ningún fármaco.

Los que defienden la existencia del virus VIH alegan que se ha demostrado su existencia mediante "observaciones indirectas", de modo análogo a como se demuestra la existencia de los electrones y los exoplanetas, siendo la principal observación indirecta la llamada "transcriptasa inversa". Sin embargo, estas observaciones me parecen claramente insuficientes y que constituyen un acto de fe.

Si finalmente los virus no existen y todo esto resulta ser una quimera, habrá que mirar atrás y preguntarse cómo pudo la "ciencia" llegar a tal grado de delirio.



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